Redacción Versiones
Muy al estilo de los Yunes azules, quienes toda la vida han recurrido al acoso, terrorismo psicológico y actitudes porriles, la regidora que denunció con pruebas contundentes e innegables las despensas chafas, ahora sufre las consecuencias.
El único pecado de Vicky Roldán fue evidenciar el pasado martes las despensas “pedorras” –como así las llaman ya los jarochos con su humor característico- con productos de marcas patito, pero pagadas al doble por el ayuntamiento.
Y la respuesta de los Yunes fue casi inmediata, pero además ostensiblemente obvia: al salir de la sesión del pasado martes, vehículos oficiales, con el logotipo del Ayuntamiento de Veracruz, comenzaron a seguir a la regidora de Morena.
La morenista entonces denunció el acoso en sesión de Cabildo, pero la alcaldesa Patricia Lobeira, esposa de Miguel Ángel Yunes Márquez, de manera grosera se puso de pie y dejó hablando a la regidora que lo único que hizo fue denunciar actos presuntamente corruptos, pues una despensa que vale 75 pesos, la administración municipal la está pagando casi al doble.
En días pasados, Vicky Roldán mostró en sesión de Cabildo los productos de pésima calidad que reparte el ayuntamiento a la población más vulnerable: una leche que no es leche, un atún que es más soya que atún, arroz y frijol de marcas absolutamente desconocidas.
“Nos tratan como a limosneros”, se quejan habitantes de las colonias quienes narran que los “frijoles con gorgojo” que les regalan los Yunes tardan hasta tres horas en cocerse. Pero ya en plan de broma, y fieles al sarcasmo porteño, añaden: “bueno, pero con los gorgojos cuando menos ya comemos proteínas”.
Vicky Hernández ahora hace responsable de lo que le pueda ocurrir a ella, a su familia y a cualquiera de sus colaboradores.
