El presbítero Alfredo Hernández Vázquez, colaborador de “Alégrate” que edita la Arquidiócesis de Xalapa, señaló que la iglesia no puede ser ajena a la situación de pobreza y vulnerabilidad en la que se encuentran miles de productores, jornaleros y familias que dependen del sector agropecuario.
El sacerdote expone que los productos del campo no pueden ser dejados al libre arbitrario del mercado, pues esto resulta injusto para los campesinos, por lo que dijo pronunciarse a favor de revalorar la vida en el campo.
Asimismo, lamentó que muchos jóvenes campesinos en Veracruz, han emigrado de sus comunidades no solo por la crisis económica del país sino por el poco aprecio que se tiene por el trabajo del campo, por ello instó a las autoridades a rescatar el sector.
Pidió también que las personas que viven en las ciudades tomen conciencia del esfuerzo que hay detrás de los alimentos, “de la defensa de sus tradiciones, de los recursos técnicos para una mejor producción y sobretodo de un comercio más justo para los productores del campo”.
Finalmente, señaló que la actual situación del campo mexicano es muy lamentable, y que es para la iglesia un imperativo, porque está en juego la vida de miles productores y jornaleros así como la posibilidad de asegurar para las generaciones venideras sus derechos a la alimentación.