El pasado fin de semana circuló profusamente en redes un video en el que se capta el momento en el que policías municipales de Orizaba someten por la fuerza a un joven que grabó el momento en el que le decomisaban su mercancía a una vendedora ambulante.
Además del evidente abuso de autoridad, quedó de manifiesto la ilegalidad con que proceden los elementos policiacos de ese municipio, pues todos los ciudadanos contamos con el derecho de grabarlos cuando están ejerciendo su función. Más aún, si lo están haciendo mal.
No es nuevo. Desde hace varios años son conocidos los abusos y vejaciones en que incurren los policías orizabeños, al mando de Juan Ramón Herebia, un oscuro personaje que ha transitado por las tres últimas administraciones de la llamada “Ciudad de las Aguas Alegres”.
Y fue precisamente este señor, que ahora ostenta el cargo de Director de Gobernación en el Ayuntamiento que –dice- encabeza Igor Rojí, quien salió a defender a sus “gorilas” –que con son muy valientes con las indígenas que venden en el centro de la ciudad, pero con los “malosos” no se meten ni de chiste-, diciendo que se trata de un “chisme de internet”.
Curiosamente, en todo el tiempo que Herebia lleva controlando a la policía de Orizaba, el crimen organizado ha sentado sus reales en la región. ¿Por qué será?
