Este miércoles y con las normas de la nueva normalidad, es decir, con cubre bocas y de manera virtual, arranca el Proceso Electoral Local del 2021 con la instalación del Consejo General del Organismo Público Local Electoral.
El partido en el poder en Veracruz pasa lista con una careta de vergüenza al no lograr hacer efectiva su Reforma Electoral con la que pretendió reducir el 50 por ciento el financiamiento público a los partidos políticos, suprimir los 212 consejos electorales municipales y homologar el calendario electoral para ajustar las alcaldías a tres años con derecho a reelección.
La vergüenza incluye al consejero José Manuel Vázquez Barajas, presunto padre de la malograda reforma y código electoral que mordieron el polvo ante el máximo órgano de justicia de la nación.
El resto de los partidos, acude con alegría al despertar de la pesadilla de condiciones adversas de competencia electoral, llegan con un punto a su favor al vencer en los tribunales al partido en el poder.
Y durante el año no electoral, el 2019, nacieron cuatro nuevos partidos locales, expresiones enmascaradas en ciudadanos, pero manejados por zorros y mapaches de la política que buscan intereses personales desde el manejo de las prerrogativas, hasta posiciones en el Congreso Local por la vía plurinominal gracias a los ciudadanos embaucados en triunfos ficticios.
En resumen, la renovación de los 212 ayuntamientos y los 50 diputados locales, 30 por votación directa y 20 de representación proporcional, se realizará con las mismas reglas del juego de la local del 2018.
La novedad en todo caso, serán las alianzas que pintan como verdaderos engendros de la lucha por el poder y que se alcanzarán bajo acuerdos insólitos entre partidos antagónicos, como es el caso del PAN-PRI-PRD y como la casa juega, en algunos distritos y municipios, desde ahora se rumora que, una ala de MORENA ofrecerá las facilidades para dar paso a esa alianza, a cambio de la mayor rebanada del pastel.
Fuera de control el Pico de Orizaba
El ingreso al Parque Nacional Pico de Orizaba por los accesos de Puebla y Veracruz, se encuentra fuera de control. Con motivo de la temporada invernal, miles de montañistas realizan eventos en la montaña más grande de México sin ningún control por parte de las autoridades encargadas de esa área natural protegida.
Los visitantes causan daños que van desde contaminación por basura, depredación de la flora y lo más grave son las necesidades fisiológicas que representan heces fecales que van de manera directa a las fuentes de deshielo que se convierten en las aguas que se consumen en poblaciones urbanas de Veracruz y Puebla.
Los albergues que se ubican a más de cuatro mil metros de altura, rebasaron su capacidad instalada en las últimas semanas sin importar el riesgo de contagio del Covid-19
En las rutas de ascenso a cargo de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas se observan solitarios guardabosques en las casetas de vigilancia que nada pueden hacer ante los grupos de montañistas que ingresan, en la mayoría de las veces con la guía de prestadores de servicios que de manera irresponsable los llevan sin verificar la capacidad de los albergues.
Los habitantes de las comunidades de las faldas de la montaña se organizan para levantar la basura.
Llega subsidio para viviendas
El Programa de Mejoramiento Urbano llegó a los municipios de Veracruz y Coatzacoalcos, donde pretende ofrecer mejores condiciones de vida a los habitantes de colonias con alto grado de marginación, además de implementar a la par subsidios para mejorar la vivienda de estas familias. Estas se pretenden llevar a cabo el año próximo en varias ciudades, más donde se reactivará la economía regional de manera directa para evitar que los alcaldes caigan en la tentación de meterle mano a esos recursos.
EL delegado, Manuel Huerta Ladrón de Guevara anunció que para el año próximo las acciones de mejoramiento urbano se llevarán a Xalapa, Córdoba, San Andrés Tuxtla, Oluta, Cosoleacaque, Minatitlán, Acayucan, entre varios más donde se invierte poco más de 200 millones de pesos por municipio, casi 250 millones que no se transfieren a los municipios, son recursos que se invierten directamente y se le entrega a los Alcaldes la obra ya ejecutada, se trabaja en coordinación con las autoridades municipales y el Gobierno del Estado.