José Luis Enríquez Ambell
En cada proceso electoral la sociedad espera participar y contribuir a recomponer lo que no está caminando bien con las autoridades que están en el poder y fueron votadas.
Creo que el venidero 6 de junio será lamentable que propongan candidatas y candidatos del mundo del espectáculo, el deporte y otras actividades ajenas al quehacer legislativo, público y de las instituciones.
Se reconoce que todo oficio es respetable, -no es pecado ser cantante, payaso, comediante, deportista-, pero si queremos cambiar para mejorar; y el interés individual junto con los compromisos se anteponen, no sacaremos al país de todos los baches y problemas que nos aquejan. Esa no es la fórmula para sacar a Morena ni a la 4T del gobierno en su conjunto. No se combate con partidos que están queriendo postular a sus amigos, cercanos familiares, o peor que son impresentables por antecedentes de corrupción y de otra naturaleza.
El único interés por sobre todas las cosas que nos debe unir y mover es cambiar para mejorar, y para ello hay que separar el interés individual y anteponer el colectivo.
Aún hay tiempo para que los partidos y sus dirigentes corrijan y encuentren a los más honrados, los mejores prospectos, cuadros que no lleguen a servirse y sepan que debe servirse a la comunidad.
No es época de experimentos en el Congreso de la Unión, el Congreso de Veracruz, ni en los Palacios Municipales y de los Estados donde no se requiere tener personajes de la farándula, el deporte o espectáculo; de lo contrario la historia puede ser muy cruel con todos. Pobre Veracruz. Pobre México.
¡ ES CUANTO !