Es inaceptable que Coatepec, orgullo nacional, Pueblo Mágico, la región cafetalera de mayor tradición y calidad en nuestro país, fundada entre cerros, cascadas y saltos de agua, de rica mezcla colonial, con 370 inmuebles con valor histórico que le hicieron ser declarada Patrimonio Histórico de la Nación, muestre un lamentable baldío en cultura política.
Es penoso en esta época pre electoral, ver a los coatepecanos inclinar su criterio hacia uno u otro precandidato, movidos no por un análisis serio y concienzudo, sino por grupúsculos menores que se agitan a muy bajo nivel, como si los próximos comicios se trataran de la elección de una mesa directiva estudiantil de alguna secundaria.
Piensan algunos que la selección de los candidatos se está solventado entre mercenarios de ocasión con muros en Facebook, blogs de poca monta y menos ética, que pasan la charola entre los que aspiran a la alcaldía.
Cobran 500 pesos, por decir una cifra, y según ellos construyen un candidato, por otra suma igual, afirman que pueden destruirlo. No citan fuentes, no tienen un solo dato duro.
Recurren a la calumnia, a la denostación y cobardemente publican cosas sin sustento con el justificante “Trasciende”, o “De acuerdo a fuentes cercanas”, sin aclarar la fuente de la información.
No brinquen tanto, para la alcaldía de Coatepec el suelo está parejo, los datos duros son estos:
Raymundo Andrade deja tres regidores, gana con un amplísimo margen la diputación por el distrito XII, con 47 mil votos.
Los ataques sin sustento no modifican la frialdad de las cifras; éstas pueden incrementarse a favor de Raymundo, no descender.
Beneficiar a los mercenarios oportunistas que alquilan sus blogs mediocres y propietarios de muros de Facebook, que crean grupos preñados de bots sólo para sangrar a los aspirantes y alimentar su ego, no los van a hacer ganar. Actuar en forma tan primitiva hacen que sólo exhiba ante otras ciudades importantes del estado esa lamentable falta de cultura política que ha heredado el prianismo, que no se merece la estirpe de Coatepec.
