Un segundo cargamento también procedente de Estados Unidos a bordo del tanquero Seri Balhaf espera descargar unos 151,300 metros cúbicos de gas licuado en la terminal de Altamira.
Estos buques son los primeros de al menos cuatro cargas del combustible que compró el gobierno federal ante el desabasto generado desde el viernes pasado.
El miércoles pasado la estatal CFE informó de la adquisición de cuatro barcos de gas natural que entrarían por los puertos de Manzanilla y Altamira. El combustible contenido en los tanques será inyectado en cinco centrales de ciclo combinado de la compañía eléctrica y en el Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural (SISTRANGAS) para mitigar la alerta crítica emitida el martes pasado.
Los cargamentos de gas licuado llegan a territorio mexicano al tiempo que Estados Unidos aumenta la exportación de la molécula vía gasoductos, pese a una orden ejecutiva emitida esta semana por parte del gobernador de Texas, Greg Abbott, que prohibió el suministro de gas fuera del estado hasta el domingo.
Se espera que el clima mejore este fin de semana en el sur de Estados Unidos, con lo que se prevé que las importaciones de gas natural vuelvan hacia la normalidad.
La escasez de importaciones ha puesto en riesgo la generación eléctrica en el país, toda vez que cerca del 40% de las centrales eléctricas de la estatal CFE y el 60% de la capacidad total del país funciona a base de gas natural. Y el país no cuenta con una estrategia de almacenamiento de la molécula, lo que ha incrementado la vulnerabilidad del país y ha dejado expuesta la gran dependencia de México al gas estadounidense.
Las exportaciones de gas por ducto de Estados Unidos a México subieron el jueves a 4,900 millones de pies cúbicos al día (mmpcd) desde un mínimo de 13 meses de 3,800 mmpcd el martes. Antes de la profunda helada en el sur de Estados Unidos, las exportaciones a México por ducto llegaron a 5,700 mmpcd, según datos preliminares de Refinitiv Eikon.