Llama mucho la atención que el pasado 28 de junio el gobernador Cuitláhuac García Jiménez haya tuiteado que la Secretaría de Finanzas y Planeación del gobierno estatal “apagó la licuadora”.
Como es sabido, la “licuadora” no es más que indebidamente concentrar en una sola cuenta los recursos de varias partidas presupuestarias y dispersar los fondos conforme se vayan presentando las emergencias financieras, sin respetar las etiquetas de cada programa.
Aquí el detalle es que se duda mucho que en el gobierno morenista ya hayan apagado la “licuadora” pues el déficit presupuestal sigue siendo millonario y mes con mes seguramente se siguen vistiendo algunos santos y desvistiendo a otros, o tapando una gotera pero dejando otros hoyos descubiertos.
A ver qué pasa.