En el patio de su vivienda, la cual se ha convertido en una fortaleza con cámaras de seguridad, vallas metálicas en la barda y policías en un terreno de enfrente, Jorge Sánchez, hijo del periodista y activista social Moisés Sánchez, recibe a la prensa local e Internacional.
El motivo es el primer año del secuestro de su padre, hecho que se dio el 2 de enero de 2014.
En entrevista apuntó que el caso de su padre sigue sin esclarecerse al 100 por ciento; la familia no está conforme con el rumbo que ha tomado la investigación y con el amparo otorgado al ex alcalde Omar Cruz Reyes, principal sospechoso del asesinato.
“La investigación está arrumbada en el basurero de la impunidad donde mandan todas las denuncias y todos los crímenes contra periodistas (…) el Fiscal especial que vino a vernos hace unas semanas ninsiquiera tenía copias del expediente, ni siquiera sabía qué había en la investigación, o sea verdaderamente no hay interés alguno de resolverlo, no hay interés alguno de dar con los criminales, de detener al alcalde y de ir hacia los altos mandos policíacos involucrados”, dijo.
Jorge Sánchez reiteró que la exigencia siempre será la renuncia del Fiscal General del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras y que la PGR atraiga el caso.
“La investigación nosotros desde el comienzo lo señalamos es deficiente y no está totalmente sustentada, no está fuerte, nutrida y esto se debe a que pareciera que el alcalde (Omar Cruz) estaba patrocinado, estaba apadrinado, que estos elementos de seguridad pública, estos policías (involucrados en el caso) tenían un padrino que les iba a garantizar la impunidad y hace 10 meses yo declaré que el Fiscal debería de renunciar si este caso se le caía porque no puede ser haya demorado más de 10 días en pedir los vídeos de sus cámaras de seguridad, no puede ser que se hayan perdido fotografías de sus detenidos, no puede ser que se le haya escapado el alcalde y que nunca haya sido detenido y que además se lendio licencia para huir”, dijo.
A un año del secuestro y posterior asesinato de su padre, Jorge Sánchez señala que la vida para su familia no es la misma en muchos sentidos.
La vida cotidiana se ha vuelto tediosa al no poder salir tranquilamente de su casa, ya sea al trabajo, al mercado o simplemente a visitar a una amistad; deben estar acompañados por un elementos de seguridad, los cuales se volvieron insuficiencientes.
De cuatro elementos que tenían resguardando su casa ahora sólo tienen dos; hay ocasiones -dijo – en que los efectivos no tienen dinero para la gasolina de la patrulla y la familia debe ponerlo, incluso la unidad se ha descompuesto y deben ver la manera de repararla.
Las cámaras de seguridad representan un gasto oneroso en energía eléctrica que también corre a cargo de la familia y por supuesto la incertidumbre de saber si algo le pasará a alguien de la familia simplemente por estar parados en la calle.
A pesar de esta situación, Jorge Sánchez advierte que no cesarán las críticas hacia el gobierno ni la exigencia para tener una vida mejor para su familia y los medillenses.