Habitantes de las comunidades de los municipios de La Perla y Mariano Escobedo, ubicados en las faldas del volcán Pico de Orizaba, están lejos de las posibilidades de tener una cena para poder despedir el 2015.
Por lo que también unos 2 mil niños menores de 12 años que apenas cuentan con lo indispensable para comer, ven lejana la llegada de Los Reyes Magos.
Ante dichas carencias, los ayuntamientos invierten poco en estas comunidades, ya que los recursos económicos son limitados y hasta ahí deben llegar cada año asociaciones civiles, fundaciones y particulares, quienes se suman a la labor de suministrar alimentos, ropa y juguetes.
Karen Báez Rico, docente en la escuela primaria de la comunidad “El Pilancón”, señaló que las condiciones en que viven los menores son tan graves, que en algunos casos no cuentan con agua potable o servicios de salud.
Las carencias son las mismas desde hace más de diez años, al grado que los niños llegan a la escuela sin lápiz ni cuaderno, pero con la intención de aprender a leer y escribir, entonces en su casa, no se sabe lo que representa una cena de Navidad, de Año Nuevo o una celebración de Día de Reyes.
Es por ello que la docente inició una campaña a través de los diversos medios de comunicación para que se sumen otras escuelas rurales donde los profesores quieran llevar a estos niños un momento de alegría.
“Quiero decirte que en estas comunidades no celebran la Navidad, es triste pero de acuerdo a los centros de salud nos han comentado que en La Perla y Mariano Escobedo que convergen con el volcán, hay poco más de 2 mil niños necesitados”.
Sostuvo que desde hace cuatro años que trabaja en estas comunidades las necesidades son tantas que en todo el año se les está ayudando con zapatos, ropa y medicina, por lo cual a partir de este año instruirán diversas campañas de apoyo.