La Casa Blanca consideró que la captura del narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán no significará el desmantelamiento del cártel del Pacífico, pero confía en que tendrá impacto en sus operaciones criminales.
“Por desgracia, no podemos decir que esta captura, aunque significativa, será exitosa en desmantelar esa organización, pero esperamos que sea un poco más difícil para ellos operar y hacer el daño que hacen sin su líder”, dijo el vocero presidencial, Josh Earnest, en conferencia de prensa.
El presidente Barack Obama señaló el martes pasado que la captura de uno de los más buscados narcotraficantes del mundo impactará la capacidad de México “para realmente combatir algunos de los terribles crímenes que cometen estos narcotraficantes y eso es importante”.
Guzmán Loera enfrenta acusaciones de tráfico de drogas y crímenes relacionados en cortes federales de Arizona, California, Texas, Illinois, Nueva York y Florida.
Estados Unidos presentó al gobierno de México dos solicitudes de extradición en junio y agosto de 2015 y fueron aceptadas por la cancillería en junio y septiembre de ese mismo año, según la Procuraduría General de la República (PGR).
Además, la procuradora estadunidense de Justicia, Loretta Lynch, dijo que las acusaciones radicadas contra el capo de las drogas “cubren varios años de su actividad criminal a nombre del cártel del Pacífico”.
En entrevista con la televisora CNN, Lynch apuntó que dado su papel en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, El Chapo es obviamente “un blanco muy, muy importante para nosotros, y esperamos los resultados de las cortes mexicanas”.
“Estamos gratificados de que la captura fue exitosa, y aguardamos con interés tener a El Chapo enfrentando a la justicia en los tribunales de Estados Unidos”, enfatizó la funcionaria norteamericana.
Cabe destacar que de acuerdo con documentos de la DEA, en el periodo en que el capo estuvo preso en El Altiplano hasta julio de 2015 cuando se escapó por un túnel de 15 kilómetros que conectaba la ducha de su celda con el exterior, él seguia dando órdenes.
Daba instrucciones “a través de los abogados que lo visitaban y tal vez desde un teléfono celular suministrado por guardias corruptos”.
Se advierte que la única vía para mermar el poder del cártel es atacar su infraestructura financiera.
Fuente:Excélsior