Habitantes del municipio de Tatahuicapan, al sur de la entidad, tomaron las instalaciones de la presa Yuribia y cerraron las válvulas de ésta, dejando sin agua potable a medio millón de habitantes de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.
Luego de una asamblea popular, los ejidatarios tomaron esa decisión debido a un conflicto por la donación de un terreno para la construcción de un hospital por parte del Gobierno del Estado.
Como medida de presión, los pobladores arribaron a la presa enclavada en la zona serrana, suspendiendo el envío de agua.
Autoridades de Coatzacoalcos se desmarcaron del problema, pues se trata de una disputa entre los ejidatarios y el gobierno de Tatahuicapan.
Sin embargo, tal situación terminó por afectar a los habitantes de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.
En diciembre del 2014, la presa fue tomada por última vez por los pobladores, por lo que las autoridades trabajaron en restablecer las relaciones con los ejidatarios.
Incluso, se firmó un convenio con el Gobierno de Veracruz, de tal forma que las ciudades siguieran recibiendo el suministro del líquido.
En un comunicado, el presidente Municipal, Joaquín Caballero Rosiñol, advirtió que Coatzacoalcos ha cumplido sus compromisos con el pueblo y Gobierno de Tatahuicapan y subrayó que el desacuerdo entre ejidatarios y el Ayuntamiento de aquel municipio es lo único que impide la construcción del hospital que han solicitado.
En específico, se trata del terreno: los ejidatarios quieren un emplazamiento y el Ayuntamiento de Tatahuicapan insiste en que sea en otro. Esa falta de acuerdo es el único impedimento para que el hospital que necesita la gente de Tatahuicapan sea una realidad, dijo Joaquín Caballero.
Nuestro compromiso sigue firme y el llamado es respetuoso, pero muy claro: que se pongan de acuerdo lo antes posible, añadió.
Coatzacoalcos se comprometió a costear los estudios topográficos, de mecánica de suelos, de impacto ambiental y de protección civil, obligación que sigue en pie y estamos decididos a cumplir, añadió el presidente municipal.
El Gobierno del Estado, por su parte, ha ratificado su compromiso de edificar el centro hospitalario una vez que el Ayuntamiento y los ciudadanos de Tatahuicapan alcancen un acuerdo sobre el terreno.
Durante el último año hemos mantenido una excelente relación de respeto, diálogo permanente y colaboración, sobre la base de reconocer su generosidad, pero también sus legítimas demandas; ojalá que esto siga adelante, dijo Joaquín Caballero.