Ante las constantes versiones sobre que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) intenta suavizar los mensajes que pronunciará el Sumo Pontífice en México relativos a la violencia y la inseguridad en el país, el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, aclaró enfático que “el Papa es libre de decir lo que quiera. Y siempre en la Cancillería nos dijeron que podrá decir lo que quiera. De manera que el Papa va a preparar sus discursos junto con sus ayudantes”.
Y sobre el posible encuentro con los familiares de Ayotzinapa que tantas expectativas levanta, comentó: “Ya no hay espacio en la agenda”.
Asimismo, hizo estas breves declaraciones a Proceso tras terminar su ponencia en un seminario sobre la visita papal realizado en la Universidad Panamericana, en la Ciudad de México. Durante su discurso en el estrado le recordó a los oyentes que “la Nunciatura en México es la casa del Papa”, con lo que dejó en claro que ahí no sólo pernoctará Francisco sino que también podrá recibir a quien quiera.
Mientras tanto, un intempestivo viaje a El Vaticano de la canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, realizado el pasado 22 de enero, reforzó la versión sobre las gestiones del gobierno mexicano para atemperar los discursos papales e impedir un posible encuentro con los familiares de Ayotzinapa.
Procedente de Arabia Saudita, ese día Ruiz Massieu llegó muy temprano a Roma y esquivó a la prensa. Y junto con el embajador de México acreditado en El Vaticano, Mariano Palacios Alcocer, se reunió en privado con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de El Vaticano y brazo derecho del Papa, y con Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2049 ya está en circulación.
FUENTE. PROCESO