El cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, viejo amigo del Papa Francisco, deseó que el pontífice no reprenda a los obispos de su país y reconozca su “enorme labor”, en la próxima visita.
En entrevista con Notimex, quien fuera durante muchos años presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud del Vaticano, aseguró que el principal interés del pontífice en México es la visita al santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Auguramos que sea unidad de toda la Iglesia, especialmente con los obispos, y que sea amor, porque sin amor no se llega a la unidad”#, indicó.
“Por tanto, agregó, no reprensión y reconocimiento de la labor enorme que han realizado los obispos y conciencia que México ha sido un país perseguido y todavía no está completamente a salvo”, afirmó.
Más adelante sostuvo que pudo ver muchas veces, sea con Juan Pablo II como con Benedicto XVI, lo que significa el Papa para México, cuyos católicos –la inmensa mayoría del pueblo- están convencidos que él es principio de la unidad y la firmeza de la Iglesia.
Precisó que con esa actitud fue recibido Juan Pablo II en sus cinco viajes, en los cuales pudo constatar “un afecto y un cariño exorbitante”.
“Lo mismo que con Benedicto XVI, quien tras su paso por León confesó: “Ahora me doy cuenta por qué Juan Pablo quería tanto a México”, añadió el obispo mexicano.
“Con mucho gusto vamos a recibir a Francisco. El siempre dice que Dios nos da sorpresas, qué sorpresas nos esperan en México, veremos. Por lo pronto es previsible que serán tres temas los que vaya a tocar cobijados en el marco del Año de la Misericordia”, apuntó.
Lozano Barragán conoce a Francisco desde hace 40 años, cuando el entonces rector del Colegio Máximo de San Miguel (a las afueras de Buenos Aires) lo invitó allí para dar una conferencia sobre el método teológico.
Gracias a eso se hicieron amigos y cada vez que el cardenal argentino viajaba a Roma lo visitaba en su casa. Siempre que se veían, Bergoglio le daba un obsequio.
FUENTE. RADIO FORMULA