El papa Francisco oficia una misa masiva en el municipio mexiquense de Ecatepec, el más poblado del país y uno de los más marginados.
Ante decenas de miles de personas que desafiaron los embates del frío desde tempranas horas, e incluso pernoctaron a la intemperie, Francisco encabeza su segunda ceremonia religiosa en México, tras la que realizó el sábado en la Basílica de Guadalupe, en la capital del país, y que coincide con el inicio de la Cuaresma.
El altar donde Francisco preside la celebración fue construido por artesanos locales y presenta motivos indígenas en su decoración.
En una de sus esquinas está ubicado un gran cuadro de la Virgen de Guadalupe, adonde el pontífice acudió poco antes de iniciar la misa e hizo una reverencia. Otro costado del altar está ocupado por la Orquesta Sinfónica Mexiquense, encargada de interpretar la música sacra.
Entre los miles de asistentes a la misa, realizada en un terreno baldío de la zona conocida como ‘El Caracol’, figuran el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, y su familia, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán.
Los legisladores de la Cámara de Diputados del Estado de México recibieron boletos para presenciar la misa papal.
Al finalizar el oficio religioso, el Papa comerá con seminaristas en el Seminario Diocesano de Ecatepec.
FUENTE. EXCELSIOR