La intención de promover el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, es con el objetivo de que el sector educativo estimule su tránsito al ámbito de las ciencias y la tecnología donde su presencia aún es muy baja, según advierte la Organización de las Naciones Unidas (ONU), expuso la directora del Centro de Estudios para la Igualdad de Género y Derechos Humanos, del Congreso del Estado, Martha Mendoza Parissi.
El 11 de febrero en México y en el mundo se celebra la inclusión de las mujeres en este ámbito, pues aunque ya tienen presencia paritaria en el renglón educativo, deben tener mayor presencia en el nivel científico, comentó.
En la enseñanza primaria y secundaria existe paridad y a nivel medio prácticamente las mujeres están una décima por debajo de los varones por ello su exhortó a las autoridades educativas a que se promueva mayor participación del sector femenino en este ámbito.
Al menos en carreras científicas -reveló Mendoza Parissi- las mujeres están todavía representadas en 30 por ciento, en relación con la participación de los hombres y mucho menos, casi 25 por ciento, son catedráticas en los institutos científicos.
Consideró que es importante que las mujeres tengan paridad pero ahora hay que ver qué es lo que están estudiando las mujeres y que dejen de estar sobrerrepresentadas en licenciaturas y posgrados de las ciencias sociales o en aquellas profesiones vinculadas con labores tradicionales como las tareas del cuidado, en la enseñanza básica, en trabajo social o la enfermería.
La funcionaria informó que de acuerdo a un estudio realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen sus estudios universitarios o de posgrado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18 por ciento en Licenciaturas; 8 por ciento en Maestrías y 2 por ciento en Doctorados, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37, 18 y 6 por ciento, respectivamente en dichos grados.
Mendoza Parissi externó que en Veracruz si bien hay más mujeres que se matriculan en la universidad, son relativamente pocas las que escogen una carrera científica.
Aseguró que existen numerosos obstáculos asociados a estas trayectorias educativas, desde los estereotipos que enfrentan las niñas, hasta las responsabilidades familiares y los prejuicios que padecen las mujeres adultas en el momento de elegir su campo de estudio.
Citó que las investigadoras generalmente trabajan en el sector académico y público, mientras que los hombres predominan en el privado que tiende a ofrecer mejores salarios y oportunidades para progresar.
