Un apasionado de las finanzas. Para él es básico conocer cómo funcionan las cosas desde sus cimientos para poder encaminarlas a una mejor dirección y hacerlas más eficientes. Así es José Antonio González Anaya, el nuevo director de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con “humildad” llega a la empresa más grande e importante del país, pues acepta que sus conocimientos sobre el sector petrolero son aún limitados. Sin embargo, su larga trayectoria de casi diez años en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), lo han hecho relacionarse con la industria, experiencia que confía le ayudará a enfrentar el gran reto que le ha sido encomendado.
Todo niño creciendo en Coatzacoalcos se imagina como director de Pemex. De hecho, mi abuelo estaría muy orgulloso ahora, pues fue uno de los primeros trabajadores que tuvo la empresa, tenía una de las primeras fichas de trabajador”, aseguró a Excélsior.
“Pepe Toño”, es así como lo nombra la mayoría de quienes lo conocen, han trabajado o estudiado con él. Es un hombre formado en dos de las mejores universidades de Estados Unidos, como lo es el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde se graduó en Economía e Ingeniería Mecánica, para posteriormente realizar una maestría y doctorado en Economía en la Universidad de Harvard.
Por ello, confía en que sus conocimientos técnicos lo ayudarán a comprender lo antes posible la complejidad que acompaña a la industria petrolera, pues conocerla a fondo le ayudará a sacar adelante a una compañía que ha sido severamente dañada por el comportamiento del mercado internacional.
Para González Anaya, ser nombrado director de Pemex, es un honor y ahora uno de los más grandes retos de su carrera profesional, incluso mayor del que representó ser hasta hace algunos días el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Sin embargo, su gestión al frente de este organismo, que estaba al borde del colapso, ha sido considerada un éxito, lo cual fue tomado en cuenta por Enrique Peña Nieto, por lo que le encomendó sacar adelante a Pemex.
Al llegar al piso 44 de la Torre de Pemex, reservado para el director general, de inmediato llamó su atención la espectacular vista de la ciudad, pues las ventanas de sus antiguas oficinas del IMSS, en la avenida Reforma, estaban justo frente a los árboles.
Justo así, desde las alturas de uno de los edificios más emblemáticos, planea mejorar la administración de la Empresa Productiva del Estado, esperando tener éxito igual o mejor del que alcanzó en el IMSS.
Me voy a asegurar de que Pemex ponga en práctica los nuevos esquemas y las nuevas oportunidades que la Reforma Energética habilitó y que no se han aprovechado al máximo todavía”.
SU CAMINO
Su carrera en el sector público comenzó en 1990 cuando fue nombrado director de Análisis Económico en la Secretaría Técnica del Gabinete Económico en la Presidencia de la República, durante el gobierno de Carlos Salinas, donde se dice contribuyó con la propuesta del “horario de verano” que aún sigue vigente.
Aunque asegura su experiencia en el sector petrolero, y específicamente sobre Pemex, aún es limitada, no es totalmente ajeno a ella, pues al ser designado como subsecretario de Ingresos de la SHCP en 2006, tuvo la oportunidad de participar en el Consejo de Administración de la petrolera durante varios años.
Algunos consideran que su principal ventaja es que trabajaría de la mano con Hacienda, pues se dice que cuenta con la amistad de Luis Videgaray.
Esto además de la experiencia que le ha dejado trabajar con personajes como José Córdoba Montoya donde realizó proyectos para la inversión privada en carreteras y el diseño del horario de verano; así como también con Francisco Gil Díaz, con quien colaboró en la elaboración de la Ley del Mercado de Valores (LMV) y la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Además de ser coordinador de asesores de Agustín Carstens, cuando fungía como subsecretario de la SHCP, y más tarde con Ernesto Cordero y José Antonio Meade, al ser designado y, posteriormente, ratificado como jefe de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas.
UN BUEN MAESTRO
El funcionario de 48 años se levanta todos los días a las 7 horas, es amante del arte mexicano, de Mozart y es un aficionado de la bicicleta de fondo y el tenis, que incluso tiene una foto con Andre Agassi. También le gusta la cerveza, el vino y el chocolate. No le agrada mucho la televisión, pero disfruta la lectura de El Amor en los Tiempos del Cólera y La Sombra del Viento.
Quienes lo conocen dicen que es un genio, profesional, cordial y respetuoso, al que no se le escapan detalles y mucho menos números, tan previsor que pareciera adivino, pues cada una de sus decisiones, por pequeñas que sean tienen una razón, y forman parte de algo más grande.
Aseguran que su letra es “horrible”, pero lo compensa al contagiar parte de su filosofía de vida, en la que asegura que es necesario “portarse bien porque la vida da muchas vueltas”.
En 2000, fue profesor e investigador senior para el Centro de Investigación para el Desarrollo de la Universidad de Stanford, por lo que enseñar también forma parte de su perfil, lo cual dicen hace muy bien, no sólo en las aulas con sus alumnos, sino también trabajo con sus subordinados.
Para algunos de sus exalumnos, sus clases eran de las mejores, no sólo por su dinámica, sino también por la confianza que les otorgaba y a quienes escuchaba e impulsaba esperando sacar lo mejor de ellos, aun cuando esto parecía imposible.
Como jefe es demandante, capaz de percibir los errores más simples y, aunque resulta difícil para quien lo rodea, la mayoría agradece la presión, de la cual aprenden y logran formarse como mejores profesionales.
EL AMIGO Y CONCUÑO CON TRAYECTORIA
González Anaya es originario de Coatzacoalcos, nacido el 7 de junio de 1967, es hijo de Marina Anaya Mortera y José Antonio González Pereyra, este último es señalado como un acaudalado contratista de Pemex y socio del exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, en negocios de inmobiliarios.
También es sobrino del priista Rafael Anaya Mortera, extesorero y también ex presidente municipal de Coatzacoalcos.
Su familia es reconocida como una de las más acaudaladas del estado, con amigos y conexiones políticas de gran peso e importancia, pues en algunas de las reuniones y fiestas que ofrecen llegan personajes como el líder sindical Carlos Romero Deschamps.
A pesar de su trayectoria profesional, y lo bueno que se dice de él, no todos lo ven con buenos ojos, e incluso es señalado por su relación de parentesco con el expresidente Carlos Salinas de Gortari.
José Antonio es esposo de Gabriela Gerard, hermana de Ana Paula Gerard, actual esposa del exmandatario, por lo que es su concuño.
Aunque no niega su amistad con Carlos Salinas, asegura que su gestión al frente de Pemex será independiente y que dicho personaje no influirá en sus decisiones.
El director de Petróleos Mexicanos soy yo”, asegura.
Ilustración: Daniel Rey
FUENTE. EXCELSIOR