La mensajería que enviaba el papa Juan Pablo II, antes de ordenarse sacerdote, dejó al descubierto su íntima amistad con una filósofa de origen polaco, Anna Teresa Tymieniecka.
Algunas de las cartas que le envió dejan en evidencian una estrecha relación y un profundo cariño que Karol Wojtyla le tenía a la mujer.
«Buscaba desde el año pasado una respuesta para estas palabras tuyas: ‘te pertenezco’.
Y finalmente, antes de dejar Polonia, encontré un camino: un escapulario. (Con él demuestro) la dimensión en la que te acepto y te siento en todo tipo de situaciones, cuando estás cerca y cuando estás lejos».
El contenido de la mensajería privada del joven Karol Wojtyla fue relevado por la BBC de Londres y corresponden a 1976, tan sólo dos años antes de que se ordenara en el sacerdocio.
Pero, ¿quién era Anna-Teresa?
Se trató de una mujer de ascendencia polaca, que conoció a Karol durante un viaje a Estados Unidos, el motivo fue un libro escrito por él.
Wojtyla mantuvo su amistad con ella durante 30 años, siendo ella casada y siendo él arzobispo y poco después el sumo pontífice.
«Te escribo tras el evento (su elección como papa), para que la correspondencia entre nosotros continúe», dice la nota.
Mientras Juan Pablo entregó su vida a encabezar la fe católica de millones de feligreses, Anna fue madre de tres niños.
Hendrik Houthakker, un distinguido economista de Harvard, era el nombre del esposo de Anna Teresa y debido a la estrecha relación que mantenía su esposa con el vicario de Cristo y los consejos sobre economía que le hacía llegar oportunamente, el pontífice le concedió el título de caballero papal.
La revelación de los mensajes que enviaba Juan Pablo II a quien fue su amiga entrañable ha despertado algunas especulaciones; sin embargo, no existe evidencia de que él hubiese quebrantado sus juramentos.
Fuente: La Razón