Tras concluir la misa multitudinaria que oficializó en un templete creado como una réplica de la Catedral de San Cristóbal en el Centro Deportivo Municipal, Francisco abordó un papamóvil para dirigirse a la Curia Episcopal para comer con representantes de indígenas.
A su paso por el centro de la ciudad repicaron las campanas de la Catedral de San Cristóbal de Las Casas, mientras que algunas personas corrieron a los lados de la valla humana para verlo el mayor tiempo posible.
El Papa descendió del vehículo que lo trasladó al lugar y antes de entrar a la Curia besó a un bebé.
Entre el mar de pancartas y banderas fue posible distinguir el reflejo del Sol en pequeños espejos que las personas traían en las manos para llamar la atención del pontífice.
FUENTE. 24 HORAS.MX