Primer viernes de marzo, día de brujos, hechiceros y curanderos; de los remedios a la magia negra en el Mercado “Jáuregui”, de Xalapa

El aroma de las hierbas se expande por varios pasillos del Mercado “Jáuregui”.

Los ajos, el humo del incienso, las lociones y hasta los brebajes penetran en el olfato; la curiosidad de los clientes que se pasean entre los puestos durante el primer viernes de marzo es evidente.

Se trata de un día mágico para creyentes; además, es un día que los brujos y curanderos han elegido para realizar limpias o conjuros, pues es la fecha en que la luna brilla más.

La señora Sofía Sandoval lleva 51 años dedicada a la venta de todos estos productos del esoterismo; su local se ubica en el número 9 y lleva por nombre El Zodiaco.

La mujer ha logrado ganarse a los clientes a pesar de la crisis por la que atraviesa esta creencia.

Cuenta que más allá de lo que se considera esotérico, en realidad se ponen en práctica los conocimientos de la medicina tradicional que se basa en la fe y voluntad de cada uno de los creyentes.

Mientras enrolla los ramos, rocía un líquido al que llama “siete lociones”; va curando al producto porque el cliente sólo llega, pregunta por el precio, lo adquiere y retorna, pues a decir de él, todas las personas creyentes andan a prisas para aprovechar las horas.

El primer viernes de marzo ofrece insólitos catálogos de creencias y prácticas; se trata de la mezcla de imaginación desbordada y el conocimiento heredado durante generaciones para curar los males del cuerpo, de la mente y del espíritu.

Los métodos de sanación varían de acuerdo a los conceptos religiosos, ya que van desde hacer una oración al poder divino, encender una vela con la imagen de un santo o la fotografía del familiar enfermo, hasta la realización de ritos satánicos donde también se utiliza la hierba para invocar fuerzas del mal, mejor conocida como magia negra.

Menos creyentes

“La medicina tradicional es una alternativa de sanación, es efectiva, pero muchas veces se utiliza para la maldad; se ha degenerado en algunos pueblos y hasta se ha mezclado con creencias religiosas”, dice.

Los vendedores de hierbas en el Mercado “Jáuregui”, ubicado en la ciudad de Xalapa, Veracruz, coinciden en que esta tradición ha disminuido en promedio 30 por ciento en relación con 2005; argumentan que ello se debe al cambio de religiones, lo que ha generado que la creencia se vaya perdiendo.

Lo han notado debido a que en años anteriores las ventas eran demasiado altas y durante toda la semana abrían de 6:00 horas hasta las 23:00 horas; “ahora sólo cumplen con el horario normal, de 9 de la mañana a 7 de la tarde”.

Ritos y remedios

Durante la entrevista ella y sus vecinos aportaron más datos sobre la existencia de remedios poco agradables que aún se practican en diversas regiones del estado de Veracruz, desde comer cucarachas asadas para curar el asma; ceniza y carbón disuelto en agua para combatir intensos dolores; aliviar molestias de oído o la vista con gotas de leche de una mujer amamantando, por mencionar algunos.

También enlistaron prácticas que parecieran raras como arrojar alumbre al fuego para detectar el mal, hasta los más conocidos como preparar un té de eucalipto que ayuda a curar la tos, así como ritos y evocaciones.

Pero la lista es tan basta en las hierberías del Mercado “Jáuregui”, hay plantas para curar los males del riñón, próstata, reumas, diabetes y las enfermedades menos pensadas.

Explica que es una alternativa integral natural para reestablecer el equilibrio emocional, corporal, espiritual y mental, y que se basa en terapias de herbolaria, alimentación, ejercicio, baile, temazcal, e iniciaciones espirituales.

La Niña Blanca

Sofía Sandoval reconoce un incremento significativo en el culto a la Santísima Muerte, la Niña o la Dama Vestida de Blanco, a quien veneran: “Se encomiendan a ella cientos de creyentes en la región para pedir salud, dinero, bienestar, cuidado y amor”.

Para ella hay elementos y veladoras de color; cada uno depende del favor que se desee; el rojo, por ejemplo, representa el amor, los amarres; y la negras para el embrujo.

Mientras que para Lucifer, el diablo o Belcebú, se comercializan los muñecos conocidos como vudú, velas de distintos colores, aromatizantes, oraciones, plumas de gallina negra y de tecolote, entre otras curiosidades para utilizar los métodos de curación natural o para enfermar al prójimo, cuentan otros vendedores de hierbas.

Es el primer viernes de marzo y al Mercado “Jáuregui” han comenzado a arribar los creyentes para adquirir las hierbas, esencias, brebajes y preparados que tienen costos desde los 10 hasta los 100 pesos.