“Soñaba con vivir en Veracruz, quiero quedarme a vivir en Veracruz, vine a vivir a Veracruz y voy a servirle a Veracruz toda mi vida”, fue el claro mensaje que en Polaca a la Veracruzana ofreció la ex primera dama y ex esposa del gobernador Patricio Chirinos Calero, Sonia Sánchez, ante su regreso a la vida pública estatal.
Y es que en el programa transmitido la noche de este martes, reiteró que “estoy aquí para quedarme, la gente conoce mi trabajo”, relatando un cuento que su mamá le leía y que se refería a un caballero que quería alcanzar una fuente de oro, pero para lograrlo debía sortear muchos obstáculos.
“Te van a decir muchas cosas, pero tú tienes una meta, que es llegar allí, al momento que voltees a ver y hacer caso, te vas a detener y quedar en el camino”, refirió en la conversación con los periodistas Manuel Rosete, Raymundo Jiménez y José Ortiz, luego que se diera a conocer que el candidato priista a la primera magistratura, Héctor Yunes Landa, la invitó a participar en su gobierno, si gana las elecciones del 5 de junio.
“Vengo a trabajar por Veracruz, vengo a trabajar con las mujeres, con los adultos mayores, con las personas con discapacidad, con los pobres, con tantas mujeres que sufren y que quiero levantar mis brazos y decir: ‘No están solas’, siquiera el consuelo de que aquí estamos”, precisó en el programa transmitido por Formato7.com, Versiones.com.mx y otros portales web veracruzanos.
Interpretando el cuento, insistió que para qué detenerse a escuchar los gritos sino vale la pena: “Hay algo más hermoso al final y me quedo con eso, que la sociedad juzgue y se quede con lo que crea que se debe quedar”.
“Feliz de estar aquí”
Dijo sentirse feliz de regresar a Veracruz, pues era un anhelo que tenía desde tiempo y que ahora se materializó, y está aquí; afirmó que viene con mucho ánimo, alegría y gusto.
De igual forma, aseveró que no le deprime llegar a un estado distinto al que su esposo dejó en 1998, “un estado fracturado, un Veracruz enojado… sumido en la oscuridad, lastimado, roto”, esto porque precisó que la entidad no necesita gente deprimida o metida en sus propias ocupaciones sino gente comprometida.
Sonia Sánchez apuntó que para sacar a Veracruz de la situación de inseguridad, violencia y crisis económica, se necesita trabajar y hacer lo correcto, con políticos que no vivan de la política sino que vivan para servir a los ciudadanos.
Por ello, recordó que cuando asumió la Presidencia del DIF Estatal, recibió el apoyo total de su esposo y la libertad de hacer las actividades propias de dicho encargo; ahora que está de vuelta, sostuvo, que sigue con esa libertad y no tiene ataduras y limitaciones.
La ex presidenta del DIF estatal, de 1992 a 1998, se definió como una persona honesta y con la frente muy en alto, porque lo que ha hecho es trabajar toda su vida “y mi lealtad está con mi partido (el Revolucionario Institucional)”.
Asimismo, prefirió no opinar a fondo sobre Miguel Ángel Yunes Linares, el ahora candidato de la coalición Unidos para rescatar Veracruz, conformada por los Partidos Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), sólo se limitó a decir que él, como el resto de los abanderados, están ejerciendo su legítimo derecho a ser votados por los ciudadanos.
«No hay que echarle más gasolina al fuego, no es mi manera de ser, no puedo decir que Miguel Ángel ha afectado en tal grado a la administración de Patricio, porque a mí me gustaría que la gente se diera cuenta de las cosas”, mencionó al enfatizar que el ex titular del Ejecutivo, con quien estuvo casada 25 años, no es un hombre vengativo sino justo, correcto y respetuoso.
“Somos muy buenos amigos”
Al ser cuestionada sobre si el matrimonio con el ex mandatario veracruzano continúa, se limitó a decir que son “muy buenos amigos”, pues es el padre de su hija y lo seguirá siendo, a quien le tiene un gran respeto y admiración por el trabajo que hizo cuando llevó las riendas de estado y por lo que todavía lo siguen reconociendo.
“Es un hombre que siempre se ocupó de darnos paz social, no sólo pagar la deuda que dejó su antecesor sino que dejó el dinero suficiente para la concluir las obras que quedaron inconclusas”, destacó.
Sobre si le consultó que regresaría a la entidad, respondió que es una persona a la que quiere mucho y respeta, dejando claro que los problemas personales que tuvieron en la relación son cosas que en ningún momento comentará.
“Tengo un gran amor por Veracruz”
Igualmente, manifestó que el secreto para que a 18 años de dejar la titularidad del DIF estatal la sigan recordando con tanto cariño es que siempre ha servido con pasión, ya que por Veracruz siente un gran amor, a pesar de nacer en Tabasco.
Confesó que aprendió a ser empática con el dolor ajeno, a llenarse de alegría para sortear las agotadoras horas de trabajo y regresar al siguiente día con respuestas para la gente. Aquí, acotó, aprendió a vivir la pobreza en la que transcurre el día a día de los que menos tienen.
En sus palabras, aclaró que el trabajo que hizo al frente de dicha Institución de beneficencia se debe a los “miles” de hombres y mujeres que se sumaron a su equipo, “porque uno solo no puede hacer nada, pero si empezamos a unir, podemos transformar las cosas”.
Pese a que la perciben como una mujer dura y que no llora, reconoció que sí lo hace al ver la injusticia que cobija a los seres humanos con mayores carencias, “por eso mi misión en la vida es estar con la gente con la que nadie quiere estar o no puede estar”.
Además, aseguró que regresó a Veracruz para quedarse, para ser la voz de los que no la tienen y abanderar las causas de los que menos tienen, los “invisibles”, los que sufren, tiene hambre o la angustia de haber perdido a un ser querido.
Sin miedo a la violenta realidad de Veracruz
Al conversar con los periodistas, negó tener miedo de salir a la calle o recorrer el estado con esta nueva realidad de Veracruz, marcada por la violencia del crimen organizado, porque su propósito es trabajar.
Expuso estar en contra de la confrontación, porque lo único que hace es sembrar el encono y el resentimiento, y eso no lleva a nada bueno: “Creo que debemos ser propositivos y no caer en otras situaciones que desgastan, y no nos traen nada bueno”.
“No soy política”
También negó que sea una mujer política, reiterando que su debilidad es trabajar por los que menos tienen y escuchándolos, “porque estoy convencida que los que más saben lo que se necesita son ellos”, de allí que criticara que los programas sociales se hacen en general y sin tomar en cuenta la opinión de los desfavorecidos.
Aunado a ello, agregó, si no hay supervisión y seguimiento de las políticas públicas, sólo se están desperdiciando los recursos, “y no le estamos enseñando a la gente a que para recibir también hay que dar”.
Luego de contar anécdotas de la infancia de su hija y los amigos que para entonces tenía, comentó que cuando se trabaja por un bien común no hay diferencia religiosas o de cualquier índole que impidan lograr ese objetivo.
“Trabajar juntos por Veracruz, para mí era muy inspirador porque no veíamos fricciones de nada, lo mismo trabajábamos para los municipios que era del PAN como los que eran del PRD, del PRI, todos eran nuestros amigos y compañeros de trabajo”, resaltó.
De la misma forma, agradeció a las promotoras voluntarias que la estuvieron apoyando durante su paso por el DIF estatal y a las que denominó como guerreras, porque sin armas, armaron un ejército de hombres y mujeres con quienes estrechar las manos y “construir un estado como el que teníamos y que estoy segura vamos a volver a tener”.
En ese entonces, afirmó que procuró no inmiscuirse ni dejarse llevar por los chismes que circulaban del ex gobernador, reafirmando que se dedicó a servir y trabajar, porque era tanto lo que había que hacer, que se mantenía ocupada.
Asimismo, explicó que se mantuvo al margen de las decisiones de Patricio Chirinos, en quien confiaba porque sabía que siempre estaba trabajando por un mejor Veracruz, lo mismo que ella hacía.
Al inquirirle si actualmente tiene aspiraciones políticas, contestó tajantemente que irá “a donde el viento me lleve para ejercer con conciencia mis decisiones”, y refiriéndose a los dos últimos sexenios, consideró que los “hombres y mujeres malos gobernantes, tendrán que pagar su factura, del tamaño de las acciones que hayan hecho, a favor o en contra”.
Finalmente, Sonia Sánchez coincidió en que las nuevas generaciones de políticos veracruzanos han sido jóvenes que llegaron a ocupar altos cargos sin experiencia, carrera, formación ni conocimiento, cayendo en el culto al ego y olvidando cumplir las promesas hechas a la sociedad.