El daño más grave que puede hacer un servidor público, es quebrantar sus principios éticos, morales y legales, engañándose a sí mismo y traicionando la confianza depositada en él por la sociedad, aseveró Lorenzo Antonio Portilla Vásquez.
El titular del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), señaló que no hay mejor modelo de trabajo, dedicación, responsabilidad, rectitud, compromiso y solidaridad en las tareas gubernamentales, que la conducta del titular de una dependencia federal, estatal o municipal.
Los valores en el servicio público representan la esencia misma de la institución, por lo que la responsabilidad, la solidaridad, la integridad, el respeto y el apego a la legalidad, harán posible una sociedad más equitativa y justa, una convivencia más armoniosa, una mayor confianza de los ciudadanos en sus instituciones y, por tanto, el fortalecimiento de la gobernabilidad.
Por ello, la ciudadanía espera que las instituciones públicas estén representadas por hombres y mujeres con una fuerte estructura ética, íntegra y honesta, porque ellos y ellas serán el ejemplo de la figura de ciudadano y servidor público.
El servicio público debe percibirse como una distinción que requiere de quienes tienen el alto honor de representarlo, el máximo esfuerzo para cumplir cabalmente la tarea encomendada.
La calidad del quehacer público debe irse incrementando y los malos hábitos disminuyendo hasta lograr erradicarlos y el principal responsable de que esto suceda, es y será el Titular de la institución, ya que él con su ejemplo y constancia, impulsará a los servidores públicos bajo su cargo al logro de los objetivos o al fracaso de sus esfuerzos.
La administración pública -añadió– sea del ámbito nacional, estatal o municipal, tiene como función primordial otorgar bienestar a la sociedad, a la cual se debe y por la cual debe cumplir con las leyes y normas que la rigen, así como dar cumplimiento cabal de las atribuciones plasmadas en un instrumento jurídico.
Si al respeto a la normatividad se suma la integridad que debe poseer el servidor público en el desempeño de su cargo, se tendrá como resultado que cada peso que se invierta se materializará en obras y acciones públicas de calidad, las cuales significarán bienestar para los ciudadanos.
“Como ciudadano y servidor público, asumo el compromiso de promover los valores éticos como fundamento para lograr servicios, obras y acciones bien hechas, de calidad, apegadas a la legalidad, pero sobre todo, que resuelvan eficazmente las necesidades sociales. El tema de los valores en el ejercicio público me ha parecido de gran relevancia; ahora como titular del órgano fiscalizador, ha sido mi propósito impulsarlo no sólo al interior de nuestra institución sino entre los colaboradores de los entes fiscalizables”.
Para cumplir su alta misión, la administración pública debe ser más eficiente con el paso de los años y su evolución ir de la mano del crecimiento profesional de sus servidores públicos.
En el sector público se cuenta con normatividad, la cual se debe respetar y cumplir, ya que mantiene el orden y obliga a los titulares de los Poderes Públicos, Organismos Autónomos, Municipios y Entidades Paramunicipales, a realizar con eficiencia y eficacia, sus planes y programas de gobierno.
“Debemos promover que el trabajo que se realice se haga con entusiasmo y satisfacción, es decir, debemos amar lo que hacemos. Trabajar con compromiso, detallar lo que debemos de hacer, cómo lo vamos hacer, quién lo va hacer y qué resultados vamos a obtener”.