La que sigue actuando como “chivo en cristalería” es la presidente municipal de Córdoba, Leticia López Landero.
Como la “señora presidenta” es aspirante a cacique y no admite que alguien se oponga a su voluntad, se enfrentó con la dirigencia municipal del PAN en Córdoba hasta que la hizo reventar, para lo cual contó con la anuencia del dirigente estatal panista José Mancha Alarcón, que degradó el comité al nivel de delegación, ya que según él, no es posible que una dirigencia partidista esté en contra de una administración panista.
Pero cómo no iban a estar en contra de López Landero, si por un lado dice que es panista, y por el otro boicotea a la candidata del Frente a la diputación federal, Mónica Arróniz, pues a quien en realidad apoya es al “verde” José Abella –“hermanito” de una de sus empleadas en el Ayuntamiento-, en contubernio con su propio hermano, Tomás López Landero, quien a su vez es candidato plurinominal del PVEM.
Tan mal están, que los empresarios cordobeses no quieren saber nada de ellos y hasta le echó a perder un evento en esa ciudad al candidato presidencial Ricardo Anaya, a quien los hombres de negocios dejaron con un palmo de narices cuando hicieron acto de presencia los impresentables Abella.
No entienden que no entienden.
