Lo corren de Limpia Pública por chocar borracho; ahora exdirector arma manifestaciones

Con un negro historial alcohólico, motivo por el cual fue removido de su puesto en septiembre de este año después de chocar un vehículo oficial en completo estado de ebriedad y llevado al Cuartel de San José, Octavio Vázquez Ramírez, alias “La Chiquita”, hace unos días orquestó una manifestación de “pepenadores” y trabajadores de plancha pidiendo su reinstalación.

Con apenas una decena de personas apoyándolo, el pasado lunes se manifestaron en la Plaza Lerdo para exigir que les paguen supuestas horas extra que trabajan, así como vacaciones; sin embargo, según fuentes consultadas al interior de la Subdirección de Gestión Integral de Residuos Sólidos del Ayuntamiento de Xalapa, lo único que busca el exencargado operativo y sindicalizado es que sea reinstalado y devuelta su base.

Cabe recordar que el pasado 11 de julio, en estado de ebriedad, “La Chiquita” chocó un vehículo y intentó darse a la fuga.

El exdirector de Limpia Pública en la administración de Américo Zúñiga, optó por abandonar la unidad dejando a un tercero que se hiciera responsable, todo debido a que presentaba grado dos de consumo de alcohol. No obstante, hubo más de seis testigos que lo encararon en el momento y terminó por aceptar los cargos del daño. Fue trasladado al Cuartel de Policía de San José para responder por sus acciones.

El exfuncionario fue dirigente “eterno”, con intervalos, del Sindicato “Solidaridad Urbana”, no obstante, sus aspiraciones fueron truncadas por su alcoholismo, y al no obtener la dirigencia, ahora busca ser reinstalado y crear su propio sindicato.

Es más, trabajadores refirieron que durante la administración de Américo Zúñiga estos comportamientos eran habituales y solapados por la autoridad.

Incluso recordaron que en 2014, siendo Subdirector de Limpia Pública, golpeó a un elemento de Tránsito del Estado, además de lo famosa que era su oficina a la que llamaban “El Bar”. Trabajadores señalan que era conocido que para solapar llegadas tarde y faltas administrativas del personal, Octavio pedía como cuota una botella de licor.