Los adeudos que el Gobierno del Estado mantiene con la Universidad Veracruzana (UV) y los recortes presupuestales que sufrirá ésta en 2016, han afectado las prácticas de campo que realizan los estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrícolas, reconoció su director, Andrés Rivera Fernández.
En sus palabras comentó que las salidas al rancho que poseen para sus entrenamientos se han visto mermados en cantidad y duración desde el año pasado, pues la partida ejercida semestralmente para ello fue de 300 mil pesos, previendo una disminución para el periodo que en el mes de febrero comenzará.
“Sí nos han afectado, desde luego que sí, se reducen en el tiempo y en duración de las actividades en el campo. Ejercíamos un presupuesto de 300 mil para activados de campo y es probable que este año haya una reducción”, manifestó desde la Gerencia Estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Rivera Fernández expuso que la unidad de producción agrícola, de 22 hectáreas y propiedad de la máxima casa de estudios superiores del estado, tiene algunas carencias en maquinarias e implementos; sin embargo aseveró que siempre tratan de eficientar los recursos materiales que poseen.
“Tenemos dos tractores, tenemos 22 hectáreas (…) tenemos un área productora de mango, una de conservación del bosque caducifolio, de la selva baja caducifolia, una actividad de recuperación de especies, producción de especies exóticas, evaluación de especies nativas bajo estudio de su resistencia a las condiciones, pero lo fuerte es la producción de mango”, abundó.
El director de dicha facultad, comentó que está previendo el aumento de la matrícula, que actualmente está en 650 alumnos, proceso que será paulatino pues el recurso económico es la principal limitante para materializarlo en un menor tiempo.
De igual manera, resaltó el apoyo que han recibido de la Conafor, en la formación de los nuevos agrónomos y en el apoyo a los campesinos para que utilicen las ecotecnias y manejen los recursos naturales con un propósito conservacionistas. “Qué el productor tenga recursos adicionales y que los sepan utilizar con fines de ecoturismo y de mantener los mantos acuíferos y gozar de los servicios ambientales”, expresó.
Apuntó que anualmente egresan unos 150, los cuales cada vez tienen más oportunidades de colocarse en el campo laboral, por los grandes retos que enfrenta el país en términos agroalimentarios y de generación de nuevas técnicas de cultivo y cosecha de productos alimenticios.
“Estamos comprometidos con la producción de alimentos, sin embargo lo vemos como un conjunto, las cuestiones que pueden traer los beneficios a los productores, como son la generación de alimentos, la utilización de proyectos con fines de mejora de las condiciones económicas del productor y su familia y después, la búsqueda de conservación de la biodiversidad y los recursos naturales”, reiteró.
Finalmente dijo que el 30 por ciento de todos los estudiantes de Ciencias Agrícolas, se especializan al final de la carrera en actividades silvícolas y forestales, a los cuales les dan formación en el manejo de las reglas de operación de proyectos de la Conafor.