En Camarón de Tejeda dan el último adiós a víctimas del accidente de Atoyac

En la unidad deportiva de la cabecera municipal de Camarón de Tejeda, familiares, amigos y conocidos dieron el último adiós a 21 de las 22 víctimas del accidente carretero registrado la mañana de ayer domingo en Atoyac.

El cielo nublado auguraba un acontecimiento que quedará marcado en la historia del municipio; 22 personas perdieron la vida de manera trágica cuando se dirigían a Córdoba para disputar una final de fútbol.

Los jóvenes y sus familiares perdieron la final de la vida, pero ganaron un espacio en el cielo, pues así lo expresaron los habitantes de la cabecera municipal que les dieron el último adiós.

Los pobladores desconsolados se dieron cita en el  campo deportivo, aquel terreno donde el equipo de fútbol de Camarón de Tejeda vivió momentos de gloria.

A las 15:00 horas sonaron las campanas de la Capilla de San José, señal del llamado a los habitantes de la región para que acompañaran en su dolor a quienes perdieron a sus seres queridos.

Esta tarde de lunes, el viento no sopló y el sol apenas se asomó entre las nubes grises; se respira un clima de nostalgia en el ambiente.

Poco a poco, las gradas del campo de soccer se llenaron con familias enteras que no quisieron perder la oportunidad de despedir a los difuntos, pues como ellos dicen “es un pueblo pequeño y aquí todos nos conocemos”.

Entonces, comenzó la caminata más triste para los pobladores de Camarón de Tejeda, cuando varios se agruparon para cargar los féretros donde descansan los restos de las víctimas del fatal accidente carretero.

Cerca de las 15:25 horas, las 21 cajas habían sido colocadas en el centro de la unidad deportiva; sólo faltó una, la del chofer de la unidad accidentada cuyo cuerpo apenas fue encontrado este lunes por la mañana y que será sepultado hasta el martes.

Conmovidos por el discurso del párroco de la Capilla de San José, Nicolás Flores, y por el evangelio que leyó el padre de la Capilla de San Pedro y San Pablo de Córdoba, Pablo Mora, los familiares soltaron lágrimas de dolor.

El padre Pablo leyó la lista de las víctimas, hasta que un nudo en la garganta le robó el aliento y le cortó la voz. Después de algunos segundos tomó aire y continuó leyendo los nombres de las víctimas.

Los sacerdotes pidieron a Dios por el descanso eterno de los fallecidos.

En el Panteón Municipal de Camarón de Tejeda fue acondicionado un terreno único y exclusivo para 20 víctimas del accidente carretero; otro de los cuerpos será enterrado en el mismo cementerio, pero en un lugar más alejado, donde descansan los restos de su padre.