La CNPR, en riesgo de fractura por cerrazón de Terán Velásquez, denuncian

Enarbolando lonas con leyendas como “María Esther Terán, regresa nuestro edificio a los pequeños propietarios ¡Te lo exigimos!” y “Senador “Chon” Orihuela, los pequeños propietarios ¡No permitiremos! La imposición ilegítima de tu hijo, ¡no es pequeño propietario! Saque las manos de la CNPR”, casi un centenar de personas del estado de México, Hidalgo, Puebla y Veracruz continúan manifestando su desacuerdo con la ex-diputada federal María Esther Terán Velásquez y le exigen que renuncie a la presidencia de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR).

Por ello, esta noche se apostaron nuevamente en la avenida Chapultepec, en su cruce con las calles de Valladolid y Medellín, bloqueando de manera intermitente y sólo durante unas cuantas horas el tráfico vehicular por ese punto neurálgico para la capital del país, pues sus dirigentes señalaron que es una manera de presionar a la Secretaría de Gobernación para que instale una mesa de negociación con la lideresa que debió haber dimitido desde hace 36 meses, pero están conscientes de que la ciudadanía no debe ser afectada de forma permanente.

Y es que la CNPR, una organización con una membresía de unos 2.5 millones de productores y la producción de entre el 60 y 70 por ciento de los alimentos que se generan en México, misma que este próximo sábado seis de febrero cumplirá 70 años de vida y recibió como “regalo” anticipado de aniversario un severo golpe a su institucionalidad por parte de tres personajes que están más interesadas en convertirla en algo poco menos que un bastión para sus propios beneficios: el senador michoacano José Ascensión Orihuela Bárcenas, la ex-diputada María Esther Terán Velázquez y el diputado local en Michoacán, Eduardo Orihuela Estefan.

Como se recordará, desde hace una semana el grupo disconforme se mantiene en plantón pacífico fuera de las instalaciones de la CNPR y Armando Rendón Barreda, vocero del grupo encabezado por Salomón Faz Sánchez y José Bonilla Robles, dirigentes interinos de la agrupación, dijo que se mantendrán firmes en contra de “Chon” Orihuela Bárcenas y Terán Velázquez, quien se mantiene al frente de la CNPR desde 2013 -tomando en cuenta que en 2010 fue reelecta para un nuevo periodo de tres años, un segundo mandato aún legal conforme a los estatutos de esta organización y que debió culminar hace 36 meses- y en ese periodo se ha beneficiado de los recursos de los programas públicos destinados a los pequeños propietarios, responsabilizándola de destruir a la agrupación, la cual con sus anteriores dirigentes logró escaños en el Congreso de la Unión y presidencias municipales.

Así, sin mayor rubor ni apego a los estatutos que han regido la vida institucional de esta organización en siete décadas, estos personajes se aliaron para que hace unos días y en plena vía pública Orihuela Estefan “jurara” al cargo de presidente de la CNPR para el periodo 2016-2019, porque las instalaciones del 412 de la avenida Chapultepec estaban tomadas, con la presencia de Iván Ulises López Villarreal, un funcionario de Financiera Rural y en una ceremonia de “juramentación” como un mal remedo de aquella en que Andrés Manuel López Obrador y su gabinete paralelo “juraron” como depositarios de la presidencia “legítima”.

En este sentido Faz Sánchez, Bonilla Robles y el presidente interino de la CNPR, Federico Sánchez Reyes, coincidieron finalmente y por separado en que es alto el riesgo de fragmentación de la organización y calificaron la “asunción” de Orihuela Estefan, como “una payasada” y una traición a los genuinos productores del país, toda vez que fue “aderazada” con matracas, banda y costales de comida en la avenida Chapultepec.