El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, se pronunció a favor de que a los indígenas de Ixhuatlancillo que acuden a la ciudad a vender sus productos lo hagan en un lugar seguro y digno, y no tenerlos en las calles, pues es necesario que se dignifique la imagen de los comerciantes de artesanías.
“Los indígenas son todos aquellos que tienen las raíces, la cultura, la lengua y no solamente es un pueblo, considero que hay una atención y dignificación del hermano indígena; entonces, creo que se da la atención que se debe de dar”, expuso.
En este mismo sentido, comentó que “no soy quien para dar recetas, pero considero que la dignificación es no tenerlos en la calle y no es que ocupen calles sino que tengan un trabajo digno, y eso corresponde a cada municipio y cada autoridad municipal, tiene que solucionar los problemas de su población”.
Recordó que en México toda la población tiene la necesidad de un trabajo digno, “tengo entendido que hay un espacio en Orizaba en el Mercado de Cerritos donde se les ofrecen los espacios para que tengan un trabajo y promoción de sus productos”.
Asimismo, explicó que el asunto indígena es algo más amplio de la dignificación, promoción, desarrollo integral de los habitantes de la sierra.
En cuanto al sector de los migrantes, señaló que están estructurando el trabajo para con ellos, “no sabemos qué necesidad hay y antes de tener el traje, hay que saber quién se lo va a poner; entonces, de las necesidades que salgan, iremos viendo cómo podemos solucionarlo y no pueden solucionarlo las religiosas o los sacerdotes sino es un asunto de la comunidad cristiana”.
Motivo por el cual indicó que “necesitamos que se involucren los integrantes de la Pastoral Social, y quien no participe y quiera colaborar con la dignificación de los hermano, puede estar al servicio, se tienen las necesidades de atender a las personas y saben que ha bajado el flujo de migrantes en el territorio, y no podemos tener una gran estructura con lo poco”.