Personal de la Ayundantía al servicio del gobernador Javier Duarte de Ochoa y elementos de la Policía Auxiliar impidieron el acceso a los reporteros de los medios locales, así como a toda persona que pretendía ingresar por la puerta principal al Hospital Regional de Río Blanco.
La instrucción de no permitir el acceso a la prensa la dio la directora del nosocomio, Minerva Junco González, supuestamente por órdenes de la guardia presidencial.
La molestia de la directora del Hospital de Río Blanco se dio por los cuestionamiento sobre los rumores de un posible cerco sanitario causado por un brote de influenza.
Pero no sólo eso sino que se le cuestionó la falta de la Cédula de Operación Anual y que la Profepa presiona para que muestren ese documento.
