Paradójicamente, las trabajadoras del Instituto Veracruzano de las Mujeres son víctimas de violencia laboral de parte de esta instancia encargada de erradicar cualquier tipo de agresión a este sector, pues no han recibido el pago de las quincenas de diciembre, ni del aguinaldo.
Por si fuera poco, algunas de las trabajadoras son condicionadas a renunciar, lamentó la presidenta del Consejo Consultivo de ese instituto, Estela Casados González.
“Son alrededor de 50 mujeres las que laboran ahí y a todas y cada una de ellas se es solicitó su renuncia para tener la promesa de un nuevo contrato, aquellas sobre todo las que tienen una antigüedad que rebasa los diez años, se les solicitó que firmaran una renuncia a su antigüedad, lo cual es a todas luces ilegal”.
Estela Casados lamentó que a pesar de que la encargada de este instituto que continúa acéfalo, Sara Gabriela Palacios Hernández aseguró que no habría despidos, ni llegaría personal nuevo, el viernes pasado se les solicitó la renuncia al personal integrado por mujeres con experiencia en el tema.
“Llegaron alrededor de diez personas que no sabemos cuál su experticia. Nos preocupa mucho que se esté despidiendo a personal calificado, que tiene experiencia, que sabe cómo bajar recursos por esta situación de la Alerta de Género”.
Alertó que además saben de la intención de desaparecer áreas como parte de la actual reingeniería en el gobierno estatal.
Recordó que la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia tipifica como violencia laboral la falta de salario. “Obviamente las trabajadoras de Instituto Veracruzano de las Mujeres padecen paradójicamente estos tipos de violencia, siendo que su trabajo es desarrollar una serie de acciones que permitan ayudar a las mujeres a no sufrir ningún tipo de violencia”.
Reclamó que además “se les está englobando en el adjetivo de aviadoras, ineficientes y de que están robando al erario público”, “esto lo que hace es aumentar la crisis económica y humanitaria que se está viviendo en Veracruz”, lamentó.